Hace unos días terminé una de las experiencias más bonitas y gratificantes que he vivido, y por eso, hoy, quiero contarlo.
Hace unos meses, realicé un curso en la Universidad para poder dar clases de español a extranjeros. Empecé con muchas dudas, y aunque a medida que el curso iba avanzando, se iban despejando, realmente, no se diluyeron completamente hasta que no empecé las prácticas.
Elegí hacer las prácticas con unos niños inmigrantes y desde el primer día hasta el último, ha sido un aprendizaje constante, ellos han aprendido a leer y a escribir, pero yo no podría resumir aquí todo lo que ellos me han enseñado ni todo lo que me han transmitido.
El cariño y la inocencia que me regalaban, no tiene precio y por eso yo, hoy, quiero darles las gracias desde aquí.
Además, me regalaron los dibujos de navidad que hicieron en la última clase (los que se ven arriba). Eran unos dibujos para sus padres, pero al final de la clase, me dijeron; " señorita profesora Isabel (se empeñaban en llamarme así), los dibujos te los regalamos a ti para que no te olvides de nosotros" y yo... sólo pude decir: ¡GRACIAS!
